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martes, 9 de junio de 2015

La importancia del Envejecimiento Activo

Las sociedades desarrolladas y en vías de desarrollo muestran una tendencia al envejecimiento de la población, fruto de diversos factores como el aumento de la calidad de vida, las menores tasas de mortalidad, el aumento de la calidad de vida o el decremento de las tasas de natalidad, entre otras. 

Según la OMS, el envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo socioeconómico pero también constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social y su seguridad.

El número de personas mayores en todo el mundo se ha duplicado desde 1980 y se prevé que alcance los 2000 millones de aquí a 2050 tal y como señalaron Naciones Unidas en 2012. Pero, ¿qué entendemos por persona mayor? Normalmente consideramos a la persona mayor como aquella persona mayor de 65 años, jubilada y que se encuentra en la última etapa de su vida. Esta definición coincide con otros sinónimos como los de senectud, ancianidad o longevidad. 

Lamentablemente, muchas personas consideran el envejecimiento como algo negativo o, incluso, como una enfermedad pero es una creencia que es necesario cambiar ya que el envejecimiento es un proceso natural y universal donde se puede disfrutar de manera satisfactoria. Bien es cierto que la edad conlleva una serie de cambios biopsicosociales que muchas veces acompaña a la aparición de enfermedades o trastornos que no tenían lugar en otras etapas de la vida. La aparición de muchos de estos cambios puede retrasarse o bien, puede reducir sus consecuencias a través de llevar un Envejecimiento Activo o envejecimiento saludable. 

La Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. El objetivo es que las personas consigan vivir mejor, más años, en niveles altos de autonomía, salud y bienestar. El individuo en gran parte es responsable de su destino, sus elecciones y decisiones le permitirán tener una vejez saludable y estable (OMS, 2002).

Podemos concluir que existen tres factores principales dentro del envejecimiento activo: reducir el riesgo de enfermedades, mantener la mayor autonomía posible (tanto a nivel físico como psicológico) y mantener una participación activa en la sociedad. Trabajando sobre estos factores va a diferenciar el modo de manifestarse los deterioros de la edad o retrasar o reducir los síntomas asociados a algunas enfermedades o pérdidas cognitivas. 

Y, ¿Cómo se trabajar sobre estos factores o qué hay que hacer para tener un envejecimiento activo? Como el mismo nombre indica, hay que llevar una vida activa, manteniendo una correcta higiene del sueño, buena alimentación, realizar con frecuencia ejercicio físico, aprender nuevas actividades como aprender un nuevo idioma o aprender a usar las tecnologías, acudir a talleres de asociaciones (talleres de memoria, pintura, atención, baile…), leer, realizar actividades de ocio fuera de casa, reunirse con amistades y familiares o ampliar redes sociales, etc. 

Realizando actividades de este tipo se llevará a cabo un envejecimiento activo lo que conllevará a disfrutar de una vida plena y satisfactoria reduciendo todo lo posible los efectos de la edad.



lunes, 25 de mayo de 2015

LECTURAS PARA LA REFLEXIÓN



En la actualidad existe un fenómeno en ventas de los llamados libros de autoayuda, lecturas que nos prometen a mejorar aspectos de nuestra vida, con fórmulas sencillas y al alcance de cualquiera independientemente de su situación y del contexto.

Siendo un negocio bastante lucrativo, no son pocas los autores que se plantean si realmente benefician , o si meramente son "parches" que enmascaran la no aceptación del presente y el intento por alejarse del sufrimiento personal.

Aquí os dejo dos lecturas sobre el tema:

¿Ayudan los libros de autoayuda?
El envoltorio amargo de la felicidad


Vía: Jorge Barraca, Doctor en Psicología.

Vía: Actúa consultores, organización española especializada en el entrenamiento de terapia ACT e intervenciones individuales.

jueves, 21 de mayo de 2015

Trastorno de Evitación Experiencial en forma de cuento






Leyendo el blog Mentis et cor de mi amiga Rosa Rocha y Vanesa Suárez, me encontrado con una entrada llamada "Depredador interno" donde aparece un maravilloso cuento escrito por la madre de Rosa, Rosi Rodriguez Perales, una escritora de Jimena de la Frontera, que con su cuento "La última escultura del muchacho" refleja en mi opinión aquello que en ACT se denomina Trastorno de Evitación Experiencial (TEE).


LA ÚLTIMA ESCULTURA DEL MUCHACHO 
El Muchacho subió por el sendero de tierra cobriza que le llevaba a su estudio situado en lo alto de la pequeña colina.Desde allí la vista era espectacular, desde el gran ventanal podía observar el hermoso lago que, según el día, mostraba un color distinto.Cogió entre sus manos la última escultura que estaba realizando. Era el busto de una mujer. Una mujer muy hermosa, con facciones casi perfectas: su pelo recogido en un moño, su nariz recta y alargada, sus pómulos realzados, sus labios turgentes disimulando una pícara sonrisa y su mirada…su mirada tan real que parecía que en cualquier momento iba a cobrar vida.Después de observarla durante unos minutos, se dispuso a darle los últimos retoques.Una cancioncilla muy pegadiza que había oído en la radio un rato antes, seguía sonando en su cabeza y le mantenía alegre y animado hasta que:
-¡Basta! ¡Basta ya! ¡Deja de perder el tiempo en estas tonterías! ¿No ves que eso es lo que haces, perder el tiempo?
¡Maldita sea! Aquella VOZ. Allí estaba de nuevo, no le dejaba en paz. Siempre le acompañaba, sobre todo dentro de su estudio. No paraba de repetirle que aquello que hacía no tenía sentido, que era absurdo, que nunca nadie lo vería ni llegaría a ningún sitio.El Muchacho intentaba sacarla de su cabeza, pero le era imposible. LA VOZ era superior.Sabía que no era un genio, que nunca sería un escultor insigne, que nunca conseguiría exponer sus esculturas, pero no necesitaba que aquella VOZ estuviese ahí, recordándoselo cada día, a cada momento.-¡Eres absurdo! ¿Acaso te crees un Miguel Ángel o un Rodin? ¡Qué equivocado que estás! ¡Si eso tan sólo es un “bulto” de barro! ¡Eres patético, mírate! Ahí estás, con tus manos sucias y haciéndote absurdas ilusiones. ¡Nunca vas a conseguir que alguien lo vea, que valore las cosas que haces, NUNCA!
-¡Para! ¡Para, por favor! ¡No puedo más!- el Muchacho cansado de escuchar a LA VOZ que habitaba en su mente, se fue agachando lentamente envuelto en un intenso dolor; sujetando con las dos manos su cabeza pues parecía que iba a estallarle de un momento a otro. Quedó hecho un ovillo en el suelo.
Y lloró. Lloró desconsoladamente.
Lo peor de todo es que tenía que reconocer que LA VOZ estaba en lo cierto. Por eso había decidido que aquella sería la ÚLTIMA, que ya no habría más, que ya…”no perdería más el tiempo”.
No sabría decir cuánto tiempo permaneció en aquella postura ni cuántas lágrimas fue capaz de derramar, pero de pronto se incorporó, cogió con sumo cuidado el busto al fin acabado y lo colocó al lado de las demás esculturas.
Allí, en la estantería que había justo debajo del ventanal. La giró para que quedara mirando hacia el lago y, por un momento, quedó maravillado con la escena.
Recorrió su mirada húmeda por la estancia, dedicó unos segundos a observar el lago que ese día brillaba con mayor intensidad e irradiaba un tono turquesa visto solo en los libros de fantasía y seguidamente salió del estudio.
Con las manos en los bolsillos y la cabeza baja, descendió por el sendero que zigzagueaba por la falda de la pequeña colina.
El Muchacho no volvió la vista atrás ni una sola vez. De haberlo hecho, habría visto cómo en su última escultura se percibían rasgos de una tristeza que él, sin duda, había evitado plasmar.
Rosi Rodríguez Perales. Jimena a 13 de febrero de 2015.

Todos alguna vez hemos sido este muchacho en una o muchas facetas de nuestra vida, lo importante es preguntarnos a nosotros mismos. ¿Queremos "hacer llorar a nuestros sueños y a lo que es importante en nuestra vida? o ¿Queremos abrazar a LA VOZ, y hacer aquello que es valioso ?

Dar las gracias a Rosi, por este maravilloso relato, espero que sigas haciendo cuentos tan maravillosos como éste. 

Y Gracias a Rosa por permitirme compartirlo en PSYNAO. 

Vía Mentis et cor